27/1/17

El tenis


El golpe fue impresionante. La bola que sacó Garrido en el último punto del último set de aquella final de dobles impactó directamente en la nuca de su compañero Uribe que, tambaleándose, terminó cayendo al suelo.

Garrido, inmóvil, buscó en la primera fila de espectadores a su novia. Ella lo miraba atónita, asustada, con un temblor distinto al sentido tres horas antes en el vestuario, entre los brazos de Uribe.


36 #setentapalabras
© JM Jurado