1/2/17

Añoranza


Aquella noche la extrañaba con la intensidad de esas madrugadas eternamente desveladas en las que falta el aire, con la añoranza de respirar junto a ella. Necesitaba verla, sentirla cerca.

Salió de la habitación. Tomó la calle. Esperó frente a su casa. Él sabía que ella terminaría asomándose al balcón. Sabría que estaba allí.

Comprendió entonces por qué algunos miran a las alturas cuando buscan la complicidad de los dioses.

© JM Jurado