17/1/16

El anuncio


 


En la farola plagada de papeles con flecos llenos de números de teléfono, uno de los anuncios llamó su atención: “Hijo, vuelve pronto”. Intrigado, arrancó una tira y llamó. Enseguida, una tristísima voz femenina contestó:

     -¿Eres tú, hijo mío? Por fin…

     -Lo siento, señora, me equivoqué. 

    Colgó asustado, desconcertado. Segundos después, recibió una llamada. No respondió. Pero el número del papel no dejó de sonar angustiosamente durante todo el día.


© JM Jurado